Procesando aún todo lo acontecido durante la semana de la Alta Costura en Paris, hay una palabra que viene a englobar gran parte de lo presentado en los desfiles más esperados, esa palabra es ROMANTICISMO.
La guinda del pastel no fue en la cuidad de las luces sino en Roma, justo delante de la Fontana di Trevi, en un desfile conmemorativo de la Maison FENDI por su 75 aniversario a manos del inigualable Karl Lagerfeld.
Aunque si yo fuese Karl no le quitaría ojo al retrovisor ya que Giambattista Valli viene pisando muy, muy fuerte con una trayectoria de desfiles que una no se cansaría de volver a observar.
Para la gran mayoría de los mortales la alta costura nos queda un tanto lejos, pero también quedan lejos las estrellas y no por ello las dejamos de mirar y admirar.
Feliz semana.
Marina García