Conoce a
Marina Garcia
Desde siempre he vivido la joyería como algo natural que me define.
Mis primeros recuerdos son de niña, fascinada con las creaciones de alta joyería de mi padre. Me probaba algunas piezas escogidas y corría al armario de mi madre a imaginar qué joyas podría añadir a sus vestidos.
En esos momentos no lo imaginaba, pero desde entonces las joyas forman parte de mi vida, me acompañan e inspiran en todo lo que hago como diseñadora y como mujer.
Me siento muy afortunada por dedicarme a un sector maravilloso, el de la alta joyería, al que pertenezco primero por mi familia desde que nací, y después por mi elección personal, de manera firme y consciente.
Diseño las joyas sabiendo que siempre estarán con nosotras. La vida es voluble, todo cambia, pero las joyas siempre permanecen guardando nuestros recuerdos y secretos más íntimos.
Para mi las joyas poseen un alto valor, no sólo el valor literal sino el valor sentimental.
Antes de diseñar cada colección me siento inspirada por un detalle, por una forma o por una gema desde la que surge todo lo demás. Para mi el diseño es pura creatividad con plena atención sobre una idea inicial. Mi estilo personal tiene un punto chic y elegante, y esa feminidad se refleja en todas las piezas que diseño.
Procuro que mis joyas transmitan belleza, esa belleza que merecemos y que resalta nuestras facciones.
Mi filosofía en la joyería es puro hedonismo, poniendo los placeres de la vida en el centro. Es importante disfrutar de las joyas, las personas que me conocen saben que suelo recomendar comprar joyas si se va a disfrutar de ellas. Quiero que mis joyas sean capaces de conectar con cada persona y ser una extensión de la personalidad de la mujer actual.